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79 mayoría de las empresas periodísticas vació de contenido los géneros informativos y jugó a mercadear con abundancia de anticuados tópicos y maniqueísmos para entretener a la población mediante el sucesivo recalentamiento de precocinados y traicionando la regla de oro: ser rentables gracias a ser honestas. Es un imperativo ético reivindicar, desde la experiencia, que los conceptos básicos para la viabilidad de una empresa periodística (inversión, rentabilidad, productividad, competitividad, calidad del producto, liderazgo, valor de la marca, reputación, sinergias,...) tienen que ser propulsados desde la acción periodística. El liderazgo informativo conduce al liderazgo social y lleva a la rentabilidad comercial cuando se consigue hacer más y mejor periodismo a menor coste. Cuando se hace periodismo con vocación de liderazgo, sea de dimensión local, regional o nacional, poco a poco se vinculan todos los sectores de la sociedad, todos los poderes, todos los anunciantes, pues quieren relacionarse con una marca de prestigio y con su audiencia. Sin embargo, las empresas han dejado de creer en la razón de ser de la comunicación y han delegado la gestión de sus presupuestos y de sus plantillas en manos de personas que no tienen ni idea sobre cómo producir la información valiosa. Bajo el pretexto de que saben más de balanzas y finanzas, en realidad están causando más pérdidas a las empresas porque desactivan las cualidades de los comunicadores para dar una oferta diferenciada y desaprovechan su valioso conocimiento de la realidad. Claro que hay salida en el túnel. Los ‘early adopters’ están al otro lado. Unos son ‘millenials’ y otros peinan canas. Unos son ‘erasmus’ y otros chapurrean poco inglés. Todos pueden ser ‘changemakers’, agentes del cambio. Los hay desarrolladores de software, empresarios, médicos, profesores universitarios, gestores culturales, blogueros, científicos, escritores, funcionarios, arquitectos, ingenieros, y un largo etcétera. De sus palabras y comentarios se Cuando se hace periodismo con vocación de liderazgo, sea de dimensión local, regional o nacional, poco a poco se vinculan todos los sectores de la sociedad, todos los poderes, todos los anunciantes, pues quieren relacionarse con una marca de prestigio y con su audiencia. deduce una empatía con la comunicación periodística de calidad. Y una preocupación por el futuro del periodismo, entendido en su insustituible función de cohesión social, de calidad de vida y de salud democrática. En pleno desmoronamiento de la clase media, de la España política nacida en la Transición, y del modelo de negocio mediático previo a la irrupción de internet, sienten orfandad los ámbitos de población más conocedores de la importancia del periodismo de calidad para cimentar el desarrollo económico, social y cultural. Nótese la diferencia entre lo que se ofrece y lo que se demanda, pese a que la tecnología de bolsillo permite mejor que nunca participar y compartir.

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