Programa FeMÀS 2021

10 DE MARZO, Miércoles cebándose en el tópico de lasmiseriasmorales de la vida de corte. La puesta enmúsica de ambos maestros, que se pudieron conocer personalmente en Zaragoza en 1645 durante unade lasvisitasdeFelipeIVa lacapital aragonesa, presentarasgos similares, queparecen incidir en la imagen irónica y desengañada del argumentomediante el uso de figuras des- tinadas a interpretar el texto: cierta indefinición modal, pequeñas imitaciones de células quenoacabandedesarrollarse, abundanteusode falsas (muynotableenunacomposición sobre la verdad), algunos pasos cromáticos, caminar serpenteante o sibilino (sin duda, el de los mendaces), abruptas síncopas (el duro camino de la verdad...). Por lo que se refiere al villancico anónimo Deja el sueño de la vida (u Hombre, que la vida pasas durmiendo si atendemos al texto de su responsión), desconocemos su destino exacto en el calendario litúrgico.Haceaños realizamosunaversiónqueahora, tras el hallazgoyestudiodenuevos elementos de la fuentemusical, presentamos transformada. El texto, poéticamente lleno de lugares comunes barrocos, enfrenta veritas y vanitas delmodomás evidente. El usodefiguras e imágenes ( decoratio verborum ) recorre todas las composiciones vocales de este programa, como sucede en toda la buena música del siglo. Como en los casos de Patiño,Vargasoel anónimoautorde Dejael sueñode lavida , oporencimadeellos, Monte- verdi , Merula y Cazzati se sirven, porprincipio, de lamúsica comovehículodelmensaje, comohermenéuticadel texto, comounelementomás, decisivo, en la retóricadel discurso. Este discurso textual que propone nuestro programa no es otro que el del desengaño. Ante un contenido tan recio y áspero, procedía introducir algún elemento más leve y contrastante, y esta es la razón de la elección de las piezas instrumentales, todas so- bre bajos ostinati : un Passacaglio plácido y transparente, una Ciaccona desenfada- da y vital, y una Folía , casi tan tópica en el barroco como la vanitas . La Folía , como su nombre indica (pariente del vocablo latino follis , que aparte de nombrar unamoneda romana significa fuelle, pero también, desde tiemposmedievales, alude a lo insensato o loco), ofrece su tanto de locura vana o verdad insensata. Hace varias décadas se planteó en la musicología un debate, hoy casi totalmente aban- donado, sobre la “autenticidad” de la práctica musical históricamente informada. Qui- zá valga la pena volver a poner sobre lamesa cuestiones como la verdad de la interpreta- ción y, por qué no, la vanidad de ciertas pretensiones artísticas creativas. Perono es este el lugar ni el tiempo. Queda pendiente. De todos modos, vale la pena recordar que, al menos en el arte y citando y tergiversando aMachado, “también la verdad se inventa”. Veritas y vanitas van de la mano, tal vez hoy más que nunca, o en todo caso no menos que en cualquier otro siglo. Pero estos tiempos de postverdad también son pasajeros (como lo será la pandemia, que tantos estragos está ocasionando desde hace un año largo), y previsiblemente terminarán, tarde o temprano, engullidos y olvidados, como los cráneos mondos de las pinturas de Pereda o Valdés Leal. Ya lo dejó escrito, bien al vivo, Mañara en su Discurso : “Todo se acaba”. © Luis Antonio González IMF-CSIC

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