Programa FeMÀS 2021

por la tristeza, el homenaje a Umpton fue incluido en la impresión; un año antes Sha- kespeare veía publicado Hamlet , paradigma del carácter melancólico, y no mucho después (1621) Robert Burton imprimiría La anatomía de la melancolía , citada siglos después por el mismísimo Borges. En ese 1604 Dowland trabajaba ya para el rey de Dinamarca; tanto da dónde estuvie- ra, porque se diría que el motivo musical en el que se basan sus siete lágrimas es el más internacional de la música occidental: el famoso tetracordo descendente, o sea, la melodía la-sol-fa-mi. En sus diversas variantes y versiones transportadas ese riff ha atravesado países y tiempos, desde el bajo del Lamento della ninfa de Monteverdi a la llamada cadencia andaluza que aún acompaña las trágicas seguiriyas flamencas, pasando por la Passacaglia para violín solo de Biber y cien chaconas más del Barroco. A diferencia de ellas, Dowland no usa esa secuencia como bajo repetido en el acom- pañamiento, sino como motivo melódico principal, audible al inicio de cada pieza en las imitaciones que arrancan su densa polifonía a cinco voces. El motivo suele inter- pretarse aquí, retóricamente, como metáfora musical de la caída de una lágrima, y era bien conocido por Dowland, por no decir que era su emblema personal – Semper Dowland, semper dolens –: su Lachrimae pavan había sido anteriormente publicada como pieza para laúd en 1596 y, sobre todo, como canción con acompañamiento lau- dístico, la celebérrima Flow my tears ( Corren mis lágrimas ), en su Segundo libro de canciones de 1600. Como indica su título, Lachrimae Antiquae es la piezamás similar al estado original de la canción, y las siguientes seis variantes (más que variaciones), todas en forma de pavana dividida en tres secciones, divergen progresivamente del original partiendo siempre de esemotivo inicial y sin apartarse de su consiguiente caráctermelancólico. Como contraste de compás (de binario a ternario) y de tempo (de lento a rápido) las pavanas solían rematarse con una gallarda, y así será en nuestro concierto, aunque se intercalarán aquí y allá muestras de las llamadas consort songs de Byrd y del propio Dowland: canciones acompañadas por conjunto de violas en las que la voz se integra casi como un instrumento más en la trama polifónica; unas, como la navideña Out of the Orient Crystal skies , nos harán sonreír; otras, como la elegía Ye sacred muses , dedicada por Byrd a sumaestro Tallis, nos devolverán a nuestro culto a lamelancolía. © Juan Ramón Lara 19 DE MARZO, Viernes

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