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58 tiles o políticos. Madrid y las grandes corporaciones que nos envían sus mensajes desde allí siguen poniéndose el salacot para interpretar lo que somos y a lo que aspiramos. • Superar con inteligencia el lastre de las tradiciones como monotema en la agenda de los medios, aportando aire nuevo con la presencia de quienes son vanguardia en Andalucía y nos han elegido para desarrollar sus vidas. Somos tierra de acogida y las visiones y los intereses de estos nuevos andaluces requieren actualizar la agenda temática, sin perder, obviamente, nuestras esencias. • Recuperar contenidos específicos para grupos de población necesitados de referencias propias, especialmente la infancia y adolescencia y la tercera edad. No solo deberán hacerlo los medios públicos, pues la curva de población demuestra que no son precisamente grupos marginales. Al contrario. Nos jugamos una concepción de sociedad justa y equilibrada y los medios, en ocasiones, propician lo contrario con informaciones cortoplacistas destinadas a un beneficio rápido. Terminaré volviendo a nuestra esencia como periodistas. Aprendamos a separar la opinión de la información. Respetemos ambas separándolas y evitando espectáculos que nos están conduciendo al cierre moral. Ya digo, hace 50 años debería ser así y dentro de otros 50 tendrá que continuar. O vendrán otros a hacer nuestro trabajo.

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