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53 ¿A dónde vamos? Esta realidad; crisis de público y de películas, nos lleva a pensar que la reconstrucción de la exhibición del cine es un procesos lento en el que intervienen factores interno; la llegada de los nuevo súper estrenos que se están preparando en la “fábrica de sueños” , la adaptación de las salas con mejora en las instalaciones y la operativa de las mismas : más personalizada y con un tipo diferente de equipamiento. Los cines tendrán menos aforo pero con una mayor calidad en los elementos técnicos (pantalla, sonido, etc) y elevara el coste de entrada. Esto permitirá que el uso de la salas de cine sea más intenso y más eficiente. También otros externos : la regulación/autorregulación de las ventanas de exhibición como el resto de Europa permitiendo una correcta gestión del producto cinematográfico fuera de la actual situación de locura así como una correcta asignación de recursos públicos :desgravaciones fiscales o subvenciones a la producción , según el camino de exhibición que se prevea . Es absurdo asumir el coste de producción de un largometraje que es exhibido en salas si al final el mismo solo va a ser programado en pantalla de TV o similar. Aquí entra otra asunto que el operador público debe resolver: es necesario hacer labor entre los “talento” que las películas son para ser vistas , que la obra creativa solo se concluye cuando alguien la ve , la lee , en resumen la disfruta. O como dice el cómico andaluz El Monaguillo (Sergio Fernández): “Bájate la última actualización del sentido común”.

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