Programa FeMÀS 2021

VANDALIA, Misa de Bomba NOTAS Tras ostentar cargos previos en la catedral de Jaén y la Colegiata de Antequera, el grana- dinoPedroBermúdez ocupóel puestode sacerdote cantor y capellánde laCapillaReal de Granada (¿1591 y 1592?). Poco tiempo después (entre 1593 y 1596) fue maestro suplente deFranciscoGuerreroen laeducaciónde los seisesen laCatedral deSevilla, loquepermi- tió el contacto entre ambos compositores y conecta sus trayectorias. En 1597 se produjo su salto a tierras americanas. Allí ocupó sucesivamente la posición de maestro de capilla de laCatedral del Cuzco (virreinatodel Perú), laCatedral deGuatemala –en cuyo archivo seconserva la MisadeBomba ycasi todoel restodeobras suyasconservadas–, yfinalmen- te la Catedral de Puebla de los Ángeles (México). Gozó de reconocido prestigio y recibió distintas ofertas generosas para permanecer enAmérica, pero en 1604 regresó a España. La Misa de Bomba de Bermúdez parodia la conocida ensalada La Bomba de Mateo Flecha el Viejo, que se reconoce continuamente en las distintas partes de la misa. Bermúdez muestra en esta obra su extraordinario talento contrapuntístico desarro- llando los distintos motivos de la obra de Flecha. Francisco Guerrero, a cuyas órdenes estuvo Bermúdez trabajando un tiempo como hemos visto, es uno de nuestros compositores más universales. Formado en Sevilla, tras algunos otros puestos ocupó el magisterio de capilla de su catedral, cargo de re- conocido prestigio internacional en la época. Guerrero fue un compositor prolífico y logró publicar regularmente en el extranjero, pues además de los sevillanos, editores de Venecia, Roma, París o Lovaina se ocuparon de sus obras, algo excepcional en su tiempo. Sus Canciones y villanescas espirituales fueron publicadas en 1589 en Vene- cia, pocos años antes del contacto con Bermúdez. Guerrero, igual que Bermúdez, rea- lizó numerosos viajes internacionales y gozó de enorme reconocimiento internacio- nal. La repercusión de su obra en América, donde fue considerado una figura musical de referencia, fue enorme y se mantuvo viva durante los dos siglos posteriores. Las Canciones y villanescas espirituales , publicadas cuando contaba 61 años, y en el cul- men de su prestigio, son obras de madurez que elevaron a sus máximas cotas al género sacro y profano de canciones en español. Guerrero no tuvo reparo alguno en adaptar textos religiosos a canciones inicialmente concebidas como profanas y publicarlas junto con el resto de villanescas espirituales, lo que contribuyó a dotar a las canciones sacras de una frescura y una variedad en el rango de afectos fuera del alcance de sus co- etáneos. Ambos autores, Guerrero yBermúdez comparten así la inspiraciónen géneros profanos para la composición de obras religiosas. Se presenta aquí una selección de vi- llanescas espirituales de Guerrero integradas en la Misa de Bomba de su discípulo Ber- múdez, misa parodia basada a su vez en la Ensalada La Bomba de Mateo Flecha, como muestra de estas estrechas relaciones entre música profana y sacra que han presidido la labor de algunos de nuestros más insignes polifonistas del Siglo de Oro. © Rocío de Frutos

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